Ayer en horas de la madrugada llegó la noticia que nadie quería escuchar. El cuerpo de Sofía Delgado, la joven de 20 años que estaba desaparecida desde el 30 de octubre en la localidad de San Lorenzo, Santa Fe, fue hallado sin vida en un camino rural. El cadáver estaba en avanzado estado de putrefacción, dentro de un bolsón para trasladar materiales de construcción, como arena o piedras, y cubierto con un aislante térmico. Peor aún, estaba atada de pies y manos.
El terrible caso ya tiene cinco detenidos, todos apuntados por la Justicia por tener algún tipo de vínculo con la víctima o por ser partícipes del femicidio o encubridores. El jefe policial confirmó que durante la noche del jueves y ayer por la madrugada, se realizaron cinco allanamientos dispuestos por el fiscal Carlos Ortigoza, de la Fiscalía de San Lorenzo. Uno de los allanamientos permitió encontrar una pista clave. En ese operativo, perros rastreadores localizaron prendas de vestir envueltas en una sábana, además de otras sábanas con restos biológicos que se cree pertenecían a la joven.
Según trascendió, desde el hallazgo del cuerpo de Sofía Delgado, las autoridades han iniciado una serie de procedimientos legales, que incluyó la autopsia que se llevó adelante en Rosario para determinar las circunstancias del crimen. El procedimiento se llevó a cabo siguiendo el protocolo de femicidio, luego de que sus familiares identificaran el cuerpo.
Se tomaron muestras para exámenes anatomopatológicos. A pesar de que el cadáver se encontraba en un avanzado estado de descomposición, la causa aparente de la muerte es asfixia mecánica, aunque este dato deberá ser confirmado en estudios complementarios, informaron fuentes judiciales.
Si bien todo se encuentra bajo investigación, la pesquisa sospecha que detrás del crimen se podría esconder un trasfondo de trata de personas en una “zona roja”. Uno de los focos de la investigación está centrado en un taller mecánico, donde fue secuestrado un Peugeot 308 gris, en el que se hallaron restos de sangre. Ese galpón está ubicado en la zona que se conoce como San Sebastián, cercano a la ruta de la Cremería. En ese lugar, según señalaron vecinos de la zona, se ejercía la prostitución y se vendía drogas. Allí paran muchos camioneros que llevan los granos a los puertos agroexportadores de la mencionada zona.
El caso tiene cinco detenidos: una pareja (apresados hace dos días en la ciudad bonaerense de Pergamino), otros dos hombres y otra mujer. Los detalles concretos y los roles de cada uno, basados en las averiguaciones del fiscal, se conocerán en la audiencia de imputación que se llevará a cabo en los próximos días.
La historia de Sofía
La joven vivía con sus hermanas en la calle Francia al 500, San Lorenzo. En la noche de su desaparición se fue de su casa y la puerta de calle quedó cerrada con el único juego de llaves que tenían, de modo que las demás no pudieron salir al día siguiente. El personal de la Comisaría 7° de San Lorenzo y el MPA comenzaron a sumar declaraciones y videos de cámaras de vigilancia locales durante el fin de semana posterior.
Sofía tenía 20 años, era de contextura delgada, tenía ojos claros y pelo negro. Además, en su cuello tenía tatuado “hustle”, un término en inglés que significa vivir de prisa, y en su brazo “karime”, palabra que también tenía en sus redes sociales.
Según su perfil de Instagram, que era privado, era fanática del equipo Newell’s Old Boys. Tras el crimen sus allegados compartieron fotos suyas y en una de ellas se la veía con la camiseta del plantel. Además, en la biografía de esa red social Delgado tenía el hashtag #leprosura.
A través de Facebook, una de sus amigas la despidió. “Dios sabe lo mucho que te busqué, me duele el corazón, sin palabras. Se convirtió en otro caso más, me la dejaron sin vida, la mataron, Sofi no está. Me quedo con tu recuerdo, soñando con tu encuentro y ese abrazo que no pudimos tener. Te amo y nos vemos. Descansá en paz”, escribió Brisa Sánchez, que compartió fotos de la joven mientras era buscada.
En tanto Claudina, la mamá de Sofía, rompió el silencio en medio del dolor y dijo: “Hoy empieza mi lucha, ¿cómo voy a bajar los brazos?”, expresó. “Ahora tengo que estar más fuerte que nunca para pedir justicia”.