La victoria que reavivó debates
El desempeño de Tyson, de 58 años, generó críticas entre los fanáticos y expertos, quienes cuestionaron la intensidad del combate. Incluso, se escucharon abucheos al finalizar la pelea. Tyson, conocido como Iron Mike, admitió haber enfrentado serios problemas de salud en los meses previos. “Casi muero en junio. Recibí ocho transfusiones de sangre. Perdí la mitad de mi sangre y 25 libras en el hospital. Tuve que luchar para recuperar mi salud y poder pelear”, compartió en redes sociales.
Por su parte, Jake Paul, de 27 años, celebró su victoria y no tardó en anunciar sus planes futuros. Durante la conferencia de prensa posterior al combate, mencionó nombres como Gervonta Davis, Canelo Álvarez y Conor McGregor como posibles próximos rivales. Sin embargo, fue el irlandés quien capturó su atención. “McGregor está asustado. Nunca boxearía conmigo, sería un trabajo muy fácil para mí”, declaró Paul, avivando la rivalidad.
El desafío a McGregor y la respuesta esperada
Paul no se limitó a desafiar a McGregor en el ring. A través de sus redes sociales, propuso enfrentarse en una pelea de artes marciales mixtas (MMA) sin restricciones de peso, apelando a las raíces más primitivas de la disciplina. “Hagámoslo en MMA, sin categoría de peso, como se solía hacer, pero no lo harás”, escribió, en un claro intento de provocar al ex campeón de la UFC.
Hasta el momento, McGregor no ha respondido directamente al desafío, pero su presencia se hizo sentir durante el combate. En un polémico mensaje que posteriormente eliminó, McGregor cuestionó la calidad de los enfrentamientos de Paul al escribir: “¿Están considerando a Prichard Colón como próximo oponente?”. Este comentario, interpretado como una crítica hacia la trayectoria de Paul, generó un fuerte rechazo por aludir a la trágica situación de Colón, quien quedó en estado vegetativo tras un combate en 2015.
La herida abierta del caso Prichard Colón
El comentario de McGregor tocó una fibra sensible en la comunidad del boxeo. Prichard Colón sufrió graves lesiones cerebrales tras recibir golpes ilegales en la nuca durante un combate contra Terrel Williams. Desde entonces, requiere cuidados permanentes. Su madre, Nieves, ha relatado en múltiples ocasiones el sacrificio que implica su atención diaria: “Es un trabajo 24/7. Hay que darle sus medicinas, alimentarlo con tubos y todas las atenciones que se merece como ser humano”.
La referencia del irlandés fue rápidamente condenada, y aunque eliminó el mensaje, la controversia quedó instalada. Tanto Paul como McGregor han demostrado tener la capacidad de polarizar al público, generando interés mediático más allá del cuadrilátero.
¿Un nuevo capítulo en el boxeo de espectáculo?
La posibilidad de un enfrentamiento entre Jake Paul y Conor McGregor sigue siendo incierta, pero si algo queda claro es que ambos dominan el arte de generar expectativas. El tiempo dirá si esta rivalidad se concreta en el ring o queda como otro episodio en el libro de las provocaciones mediáticas del deporte.