La plana mayor de la Confederación General del Trabajo (CGT) se desmarcó del líder de Camioneros, Pablo Moyano, y dio marcha atrás con el paro general que iba a realizar la central obrera en diciembre contra la administración nacional de Javier Milei.
Es que, puertas adentro de la CGT, se impone la posición dialoguista, encabezada por “los gordos” con Héctor Daer a la cabeza, contra la combativa que comanda el cotitular de la central cegetista, Pablo Moyano, luego de haber activado dos paros generales, el 24 de enero y el 9 de mayo, contra la administración mileista.
En ese contexto y con la reciente salida del hijo mayor de Hugo Moyano, la central cegetista descartó los rumores sobre una nueva medida de fuerza nacional y blanqueó que apostará a alcanzar acuerdos con el gobierno nacional.
“No habrá ningún paro. No está en nuestra agenda”, informo la central obrera, tras una reunión de la mesa chica que conduce la agrupación sindical y reinstauró la disidencia con el líder de Camioneros, Pablo Moyano.
Vale mencionar que, Moyano es miembro del triunvirato que dirige la CGT junto a Héctor Daer y Carlos Acuña, que exigía la realización de una protesta en líneas similares a la anunciada este miércoles por la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) para el 5 de diciembre próximo.
En ese marco, con el faltazo de Moyano a la reunión, en una muestra del recrudecimiento de la interna, la CGT ratificó: “Apostamos al diálogo, lo volvemos a ratificar, y esperamos la convocatoria del Gobierno”.
Vale recordar que, la inacción de la central obrera es algo que el líder de Camioneros criticó en varias oportunidades con dureza, tal es así que, tras la renuncia del líder del Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor de la República Argentina (SMATA), Mario “Paco” Manrique, Moyano también amenazó con irse.
“Hay que discutir muchas cosas y lamentablemente no está pasando”, se quejó Moyano durante un plenario de los sindicatos del transporte; la Confederación de Trabajadores del Transporte (CATT) y la Unión General de Asociaciones Sindicales de Trabajadores del Transporte (UGATT), en el que se resolvió posponer al 30 de octubre el paro nacional.
Además, durante el plenario, Moyano anticipó que iba haber una reunión de la “mesa chica” de la CGT y que allí planteará la posibilidad de salirse de esa estructura en disconformidad con la tregua que sus principales referentes alcanzaron con la gestión libertaria. “No podemos estar de acuerdo con los que se reúnen con quienes están echando a trabajadores, basta de diálogo con los traidores“, advirtió.
Lo que sucede es que, quienes no están dispuestos a acelerar el choque argumentan que el Gobierno dinamizó la homologación de las paritarias y que hay que darle aire tras la aprobación de la Ley Bases, mientras que la facción combativa cree inadmisible la dilapidación salarial y la ola de despidos masivos. Las disputas entre una postura y otra, abrió una nueva grieta dentro de la central, tal es así que, el hijo mayor de Hugo Moyano amenazó con romper.
“Dialogar con el gobierno no sirve para nada, hay que confrontar”, remarcó Moyano, tras exigirle a la central obrera un plan de lucha contra los recortes y los despidos masivos de la administración libertaria y agregó: “No entiendo ir a hablar con funcionarios que les cagaron 10 mil pesos a los jubilados, que los cagaron a palos, les quieren sacar el presupuesto a las universidades, hay inflación”.
Además, Moyano prometió analizar en los próximos días “los pasos a seguir, si continuamos o no en la conducción, o si fortalecemos esta Mesa Nacional del Transporte”. “Creo que es el momento de llamar a un paro general. Están cerrando hospitales, desfinancian el Garrahan, el presupuesto universitario, cagaron a palos a los jubilados. ¿Cuándo va a ser momento de un paro general?”, amplió.
“¿Qué te vas a sentar a charlar? Ponen el impuesto a las Ganancias, la reforma laboral, vetan el aumento a los jubilados, quieren vender Aerolíneas Argentinas y ahora vetan el financiamiento a las universidades por imposición del Fondo Monetario Internacional”, sostuvo Moyano, anticipando su malestar con sus correligionarios de la CGT.
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