Editorial Argensur.
Ante el manto de dudas que fueron dejando mes a mes los datos inflacionarios, desde Argensur realizamos un sondeo entre consumidores y comerciantes.
Consultando a varios consumidores, con trabajo registrado, es casi unánime que la inflación oficial que dan a conocer desde el gobierno no coincide con la los supermercados, verdulerías, carnicerías, medicamentos y combustibles. La respuesta es que día a día algunos productos de primera necesidad van sufriendo pequeños aumentos, lo lamentable manifestó uno de los consultados, es haber perdido la noción del valor real de lo que compramos cotidianamente.
Hablamos con una jubilada que adquirió hace poco más de un año un equipo de aire acondicionado portátil, el mismo valía en ese entonces poco más de 400 mil pesos y pudo pagarlo en 9 cuotas sin interés, hoy el mismo equipo cuesta cerca de un millón de pesos y como máximo 3 y con suerte 6 cuotas sin interés.
En lo que coinciden todos es que alimentarse hoy es un lujo, en uno de los países más productivos del mundo.
Por otro lado consultamos a comerciantes, y al pasar del otro lado del mostrador, manifiestan que pedido tras pedido algo siempre llega con aumento, los productos que más sufren el incremento son los lácteos, y estos últimos son fundamentales para el desarrollo de los niños
Frutas, verduras y carne forman parte del Jet Set, es por ello que distintos comerciantes coinciden en un punto en común, cuando manifiestan que la gente compra lo justo dos papas, una naranja, un tomate y en las carnicerías ya no piden por kilo sino por tanta plata.
Lo raro de este fenómeno es que en la época del ex Secretario de Comercio, Guillermo Moreno se hablaba de dibujos en los números del Indec, la pregunta es? Cambio de dibujante el gobierno Libertario, la gente ve otra realidad, una triste realidad, los salarios corren muy lejos detrás de la verdadera inflación, que es la que padece día a día cada ciudadano cundo se apoya en el mostrador para llevar el sustento para alimentar a su familia.