Precariedad vial y abandono libertario
Miercoles 05 de Febrero de 2025
Nº de Edición 1132

"RULETA RUSA"

Precariedad vial y abandono libertario

21/01/2025 | Caminos viejos, poceados, rotos, desactualizados, falta de mantenimiento y conductores desaprensivos e imprudentes son un combo fatal que se llevan 13 vidas diarias de las rutas del país.

Por: Redacción

Hace pocas semanas atrás, Miguel Lunghi, intendente de Tandil y Maximiliano Wesner, de Olavarría, optaron por cortar el pasto en las rotondas y banquinas de la ruta 226, tras múltiples reclamos a Vialidad Nacional que no obtuvieron respuesta.

Ambos municipios dejaron claro que estas acciones no significan renunciar a sus derechos como ciudadanos ni a su responsabilidad de exigir un mantenimiento adecuado por parte del Estado.

En nuestra zona, el intendente municipal de Leandro Alem, Carlos Ferraris, había realizado un reclamo formal ante la empresa encargada del mantenimiento de la Ruta Nacional N° 7, pero ante la falta de respuestas, también decidió utilizar recursos municipales para cortar el pasto en las rotondas del distrito. “Es una vergüenza, la gente no se merece ver las rotondas sobre la ruta 7 abandonadas”, manifestó.

Desde la Legislatura bonaerense también hubo cuestionamientos: El diputado provincial Valentín Miranda envió una nota a Vialidad Nacional y le reclamó al Gobierno central una intervención urgente para solucionar el mantenimiento de las rutas.

"Esta es una situación que se repite en casi todas las rutas nacionales del país en la 5; 7 y otras, hay falta de mantenimiento en las banquinas, pozos y baches que requieren una urgente intervención porque muchos vecinos recorren las rutas y lamentablemente todos los días tenemos noticias de accidentes y muertes que afectan a nuestros vecinos de la provincia", se quejó el legislador.

A este largo listado de reclamos, se sumaron el intendente de Trenque Lauquen, Francisco Recoulat, y la intendenta de Pellegrini, Sofía Gambier, quienes enviaron una nota al Gobierno para pedir gestiones de mantenimiento y mejoramiento de la Ruta Nacional Nº 5. También el intendente de Ramallo, Mauro Poletti, tomó la iniciativa y, a través de la Secretaría de Obras Públicas, llevó a cabo una nueva reparación preventiva del bache ubicado en el puente de ingreso a la localidad por la Ruta Nacional 9.

Lo propio sucedió en el distrito de Exaltación de la Cruz. Con los pastos "por las nubes" y "luego de reclamos judiciales e intervenciones del Intendente municipal ante la dirección de Vialidad Nacional sin respuesta satisfactoria", el jefe comunal Diego Nanni ordenó a la delegación Parada los robles encabezar un operativo de mantenimiento sobre la Ruta Nacional 8.

"¿Usted piensa que estoy en un campo sin cultivo dentro de la pampa húmeda? ¿Usted piensa que este es el Estado presente? ¿Usted piensa que podemos vivir así? Atrás hay comercios, viviendas, quintas" ironizó el intendente de Pehuajó, Pablo Zurro, al compartir un video desde el kilómetro 366 de la Ruta Nacional 5.

Junto a enormes cardos a la vera de la ruta, el alcalde lanzó: "Esta es otra muestra del déficit cero, Corredores Viales, Vialidad Nacional, Milei, Caputo y todos, gracias. Gracias por los peajes, se ve reflejado lo que ustedes trabajan, cóbrenlos más caros, viene bárbaro" sostuvo.

Por su parte, el intendente de Pergamino, Javier Martínez (PRO), mostró su preocupación por que las actuales autoridades no dan respuesta al reclamo de obras necesarias como la reparación de la ruta 188, que pasa por ese distrito, San Nicolás, Junín y otras localidades.

Según datos de la consultora Zutobi, la Argentina quedó en el puesto 54 de 59 países analizados, y se ganó un lugar en el podio de los países con las peores rutas del mundo

PETRECCA, CASI AJENO AL PROBLEMA

Curioso (o no tanto, hay varias muestras en este sentido) el caso de Petrecca. Porque Junín está atravesada por dos rutas nacionales (188 y 7) y una provincial (65) y apenas levantó un tibio reclamo ante la falta de obras en la región. Eso sí, no desaprovechó la ocasión para dejar una frase para los medios amigos y para demostrar ‘que sigue el tema con atención’: “Seguimos gestionando para dar respuestas a nuestros vecinos e integrando los barrios de Junín” dijo luego de un encuentro con autoridades de Vialidad Nacional.

Por su parte, su par de Zárate, Marcelo Matzkin, fue más contundente. Aseguró que “es inviable que un municipio pueda terminar obras comprometidas por Nación, donde solamente somos un intermediario para la licitación y ejecución. Es imposible devolver la plata de algo que no se hizo, es inviable”.

Los planteos de los jefes comunales de la región y gran parte de la provincia son solo algunas muestras del abandono que impuso a la obra pública Javier Milei desde que asumió la presidencia, entre ellas a las rutas nacionales. Con la excusa del déficit cero, barrió no solo con los contratos firmados y obras en marcha (en nuestra zona la variante Chacabuco y el tramo entre Chacabuco y Carmen de Areco son una muestra de ello) sino también con otras que prometían soluciones a nudos críticos en distintos lugares del país.

Por caso, en Junín desapareció la traza urbana de la autovía 7, el distribuidor de rutas 7 y 65, las obras en la ruta 188 y esa política siguió inmutable hasta nuestros días, en gran parte de la Argentina, pero particularmente en la provincia de Buenos Aires.

Y ahora, que arrancó el verano y cientos de miles que pudieron, empezaron a desandar distintas rutas del país y el exterior, para disfrutar del descanso, se puso en evidencia ese abandono que pone en riesgo las vidas de miles de personas que las deben transitar.

Para llegar a cada destino, los turistas deben recorrer esos espacios donde la vida coquetea con la muerte en múltiples acciones de imprudencia, mal manejo pero también caminos deplorables, exceso de camiones por la falta de trenes, rutas llenas de pozos, falta de señalización, pastizales que tapan letreros y ausencia de autovías y autopistas.

El menú de precariedad vial es diverso y la combinación de todos a la vez, pone la vida de los conductores en juego, muchas veces con consecuencias fatales.

Los cruces mal señalizados, la abundancia de motos y bicicletas y las banquinas en mal estado atentan contra la seguridad vial en las rutas argentinas

BUENOS AIRES, AL TOPE DE LAS ESTADÍSTICAS

De este combo, la provincia de Buenos Aires lidera la estadística de muertos y también la de intensidad del tránsito. Uno de los recuerdos recientes fue el lamentable saldo de policías fallecidos en el cruce de la ruta nacional 7 ( a esa altura, mano y contramano) y la provincial 51, en las cercanías de Carmen de Areco, una verdadera trampa mortal que sigue igual a pesar de la gran cantidad de los accidentes que suceden en la zona.

En la mañana del 3 de noviembre pasado, un camión cisterna que transportaba combustible y circulaba por la ruta 7 fue impactado por una combi que transitaba por la ruta 51.

A bordo viajaba personal de la Dirección de Caballería de la Policía bonaerense que se dirigía a hacer un servicio de cancha en el partido de fútbol entre los equipos Brown de Adrogué y Atlético Rafaela a San Nicolás. Murieron cuatro efectivos de Bahía Blanca y 16 resultaron heridos.

Antes, con otras consecuencias pero en ese mismo lugar, Kapanga fue noticia, al ser embestido el micro en el que viajaba la banda, tras dar un show en Córdoba. El ómnibus fue impactado por un conductor que venía ‘pasado’ de alcohol en sangre.

No fue el único saldo de esa intersección: en marzo de 2019 hubo nueve muertos, cuatro de ellos menores de edad.

De enero a septiembre de este año, US$66.000 millones ingresaron a la Argentina por la venta externa de productos. Así, por caminos deshechos, pasa la fortuna argentina

POBRÍSIMA INFRAESTRUCTURA

Según un informe del Ministerio de Obras Públicas de 2021, solo un tercio de la red vial nacional, es decir un 31%, está en buen estado, un 27,6% está en estado regular y hay un 40,7% en mal estado. Desde entonces, todo empeoró. No es un tema que quede intramuros, el año pasado, la consultora internacional Zutobi elaboró un ranking mundial basándose en datos publicados por The Global Economy, donde la Argentina quedó en el puesto 54 de 59 países analizados, y se ganó un lugar en el podio por estar entre los países con las peores rutas del mundo.

Según el último informe oficial completo, con datos de 2022 y que fue elaborado por la Dirección Nacional de Observatorio Vial, un organismo dependiente de Vialidad Nacional, la siniestralidad en la Argentina se lleva 13 vidas por día, la mitad de ellas, 6, en las rutas. Y de ese número, gran parte de ellas es en las nacionales. El número incluye el seguimiento por 30 días de las personas heridas en los accidentes en las rutas.

Cinco de cada 10 siniestros fatales se deben a una colisión, pero solo un 3% ocurre en una autopista o autovía. Los datos de 2023 son parciales y registran 4403 muertes en el año, 12 por día. En ese año hubo 3642 siniestros con 4369 víctimas fatales.

La Asociación Luchemos por la Vida, por su parte, registra 17 muertes por día por estas causas (siniestros de tránsito) en 2023. Por lejos, la provincia de Buenos Aires, con 1881 muertos en el año, se lleva el primer lugar en siniestralidad vial, según esta asociación. Le siguen Santa Fe, con 558, y Córdoba, con 374. Uno de cada dos siniestros fatales se debe a una colisión. Un dato tan increíble como relevante es que entre 2015 y 2019 se registraron en las rutas nacionales y autopistas de la Argentina 3640 siniestros viales con atropello de animales, donde murieron más de 80 personas.

Según la Dirección Nacional de Observatorio Vial, la siniestralidad en la Argentina se lleva 13 vidas por día. 6 de ellas, en las rutas

MUCHO CAMINO, POCA AUTOPISTA

El sistema de transporte vial de la Argentina se estructura en una red federal cercana a los 640.000 km, pero solo 3303 km corresponden a autopistas y autovías. La Red Vial Nacional [RVN] tiene aproximadamente 40.000 km, y es la red troncal primaria de conectividad dentro del territorio nacional. La Red Vial Provincial [RVP] consta de 200.000 km, y vincula las regiones con la red vial primaria. La Red de caminos rurales o terciarios, estimada en 400.000 kilómetros, es un eslabón clave para la salida de la producción primaria hacia los distintos puntos de destino a través de la red primaria y secundaria. La red vial nacional está pavimentada en un 92,3%; el 7,7% restante corresponde a tramos de ripio o tierra. Solo el 2,8% representan autopistas y autovías. Por otro lado, un 85% del tránsito confluye sobre el 25% de la red vial nacional, unos 10.000 kilómetros.

Según un estudio realizado por la Dirección de Investigación Accidentológica del Observatorio Vial de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) en rutas nacionales y provinciales de todo el territorio argentino, sobre una muestra de 168 siniestros viales graves y/o fatales relevados, casi la mitad (48,5%) se asoció con la invasión del carril contrario opuesto por adelantamiento, mientras que el 38,6% se originó por maniobras bruscas. Además, Alfredo Guagliano, presidente de la Asociación de Transporte de Cargas de Rosario (ATCR), dice que de 2009 a 2023 el parque automotor aumentó un 70%.

Otro aspecto de este combo fatal es la ausencia de patrullas de control, por lo que cada conducta imprudente, tiene premio.

En la Argentina se pide que sea autopista o autovía cuando hay más de 6500 vehículos de tránsito diario medio anualizado, sin el factor de corrección por camiones. Cuando hay un 30% de vehículos que son camiones esa cifra es menor. El tránsito medio anual en varias de las rutas argentinas supera esta cifra. Por ejemplo, en el tramo Suipacha- Chivilcoy en la ruta 5, en 2023, fue de 8200 vehículos. En la intersección entre la ruta 7 y la 51 fue de 9150 vehículos en el mismo año. En ninguno de estos tramos hay autopistas.

Esta traza tiene prometida la construcción de la Autopista del Oeste- Ruta 5 Luján Santa Rosa desde hace unos 20 años. En este tiempo, Mercosur y corredor cerealero mediante, la densidad del tránsito aumentó un 60%. Mientras tanto, la ruta sigue siendo la misma de hace 60 años. Según vialidad, es la ruta con más tráfico de camiones de la provincia de Buenos Aires. Y es una ruta antigua, de solo 7 metros de ancho, que hace que los camiones a veces pasen a centímetros entre sí.

A esto se le suman la problemática de los caminos provinciales y municipales, que muestran un mantenimiento aún menor, según los expertos. Y eso se traduce en pastizales que evidencian la voluntad de no pagar el costo de cortarlos, pero que se paga con más inseguridad vial.

LA POLÍTICA, LEJOS DEL PROBLEMA

A todo lo descripto, hay que sumarle la falta de decisión, para avanzar en estas obras: La ruta 5 se privatizó en 1994 y la autovía debió haberse terminado 10 años después. Apenas se sumaron 20 kilómetros (Luján - Mercedes), después de que un empalme estuviera detenido años. Durante el gobierno de Alberto Fernández se licitaron 20 kilómetros y la adjudicataria fue una empresa de Cristóbal López.

La obra se paralizó hace más de dos años y recién ahora se puso en marcha. Cuando finalice (dentro de dos años), habrá 20 años de mora y faltarán construir 475 kilómetros. En el medio, durante dos décadas, en las banquinas hay un verdadero cementerio al volante.

La Autovía 7 es otro de los ejemplos de las idas y vueltas. Se hicieron algunos kilómetros en la presidencia de CFK, otros bajo el mandato de Alberto y también quedaron paralizadas las obras de su continuidad. Todavía se ven los terraplenes, algunas alcantarillas en el tramo Chacabuco-Areco y la paralizada variante Chacabuco, a la que le falta únicamente la capa final de asfalto y la cartelería y otras obras menores.

Según Cesvi, que releva 10.000 kilómetros de rutas por año, las más peligrosas de la Argentina, de acuerdo a la cantidad de accidentes, son las que están cargadas de camiones y las que tienen intersecciones con otras rutas, con cruces mal señalizados y con una configuración obsoleta.

De acuerdo con la información del Observatorio Vial de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), la Ruta Nacional 9, que une la Ciudad de Buenos Aires con la frontera boliviana, tiene el segmento de mayor siniestralidad vial en el período analizado. Entre los kilómetros 1680 y 1690 está la concentración más alta de accidentes que tuvieron heridos y/o fallecidos, concentrando el 75% de los casos ocurridos en toda la traza que tiene una extensión de 1967 kilómetros.

De enero a septiembre de este año, US$66.000 millones ingresaron a la Argentina por la venta externa de productos que transitaron por vías en las que la prudencia indica “no pasar”. Sin embargo, hay que pasar porque no tienen alternativas.

Mientras tanto, este tema sigue muy lejos de las prioridades del gobierno, que hace hincapié que llegó para cambiar la historia.

Crédito_semanariodejunin