Sin sobrarle nada, el equipo de Fernando Gago pudo sacar adelante otro partido en el que dejó dudas. Gracias a un error del arquero Ezequiel Centurión, que le dejó servida la pelota a Merentiel para que empujara al gol, Boca abrió un partido chivo, que liquidó cerca del final con tanto del Changuito Zeballos, la figura de la noche en la Bombonera.
A pesar de que el mediocampo de Independiente Rivadavia se desenvolvió con comodidad y pudo manejar los hilos del juego, Boca -más largo y con menos armado futbolístico- tuvo las situaciones de gol más claras de la primera mitad.
Primero, un buen centro de Barinaga, le quedó a Milton Giménez, quien le pegó al arco pero el balón tuvo un desvío en el paraguayo Villalbapara terminar en el tiro de esquina. Minutos después, tras otro desborde de Juan Barinaga (importante en la primera mitad) el arquero Centurión le tapó el gol a Miguel Merentiel.
El conjunto mendocino tuvo un punto alto en la conducción de Luis Sequeira, pero no tuvo correlato en ofensiva por el flojo rendimiento de Sebastián Villa en la primera mitad.
El complemento comenzó sin grandes luces para Boca, pero pronto un error de Ezequiel Centurión cambiaría la historia: el arquero fue abajo a buscar una pelota larga, pero se le escapó y Miguel Merentiel atropelló y no tuvo inconvenientes para poner el 1 a 0 para el local.
Casi enseguida, Mauricio Cardillo obligó a una buena respuesta del arquero xeneize y luego Boca defendió mal una pelota aérea y Sheyko Studer le reventó el travesaño al arco de Marchesín, quien alcanzó a tocar el balón.
Centurión le sacó un buen remate al ingresado Joaquín Ruíz. Junto a él ingresó el Changuito Zeballos, vital para asegurar la victoria. Ambos le dieron algo más de profundidad a un Boca carente de juego.
El propio Zeballos tuvo el segundo, pero entre el arquero y el travesaño le dijeron no. Y otra gran jugada del Changuito terminó en un centro pinchado que la tijera de Milton Giménez no pudo meter dentro del arco. Pero habría más, ya que un remate de Giménez tuvo otra floja respuesta del arquero, un rebote demasiado largo ante el remate del delantero y Exequiel Zeballos no tuvo problemas para controlar y con toque suave de zurda poner el definitivo 2-0.
Boca ganó un partido chivísimo. Desde las manos de Marchesín y la efectividad adelante, busca crecer. Y, con triunfos, es más fácil.