Por: Alejandro Cancelare
Más de cuatro meses lleva el peronismo kirchnerista renovador discutiendo qué hacer con el gobierno de la Provincia de Buenos Aires a cargo de Axel Kicillof y su proyecto político emancipado del de Cristina Fernández de Kirchner. El tema de las PASO es una de las excusas necesarias para potenciar un debate que se inició mucho antes incluso que diciembre de 2024, cuando todas las proyecciones legislativas cayeron por falta de quorum.
¿Cuáles eran los puntos en cuestión para ser debatidos y aprobados en la última sesión del año, que se tenía que haber realizado entre Navidad y fin de año viejo? Reelecciones. Endeudamiento. Presupuesto. Fiscal Impositiva y, si podían, la aprobación de cientos de cargos para la Justicia bonaerense, incluidos los jueces de la Corte.
El orden de los temas no es antojadizo, menos cuando no todos están de acuerdo con que Kicillof arme su propia estrategia electoral por fuera de los usos y costumbres que impone Máximo Kirchner, en esta oportunidad como ninguna vez en la historia, apoyado por su madre Cristina Fernández. En noviembre, este medio había advertido, tal cual se lo había dicho un senador de gran experiencia, que “todos los temas que tenemos para tratar en diciembre no hay manera que se aprueben. Son diferentes cosas y no se pueden mezclar en tan corto tiempo”.
A esta altura, lo único que el oficialismo legislativo, dominado por La Cámpora y el Frente Renovador de Sergio Massa, está en condiciones de aprobar sin discusión es un nuevo endeudamiento para pagar deuda corriente. Los otros temas “tienen que ser debatidos y hablados por “Cristina, Axel y Sergio” como repiten los expertos.
Ayer, Verónica Maggario, al ser consultada sobre el tema de la suspensión de las PASO luego que el gobernador publicara la convocatoria a las mismas, le comentó a su interlocutor que “hay consenso para armar una lista de unidad en la Provincia, con espacio para todos. Lo de Nación es otra cosa”, arrancó la charla para luego concluir. “En principio, suspendemos las primarias y adelantamos las elecciones”.
“Suena a deseo de Axel. Si no habla con Cristina, no va a salir nada” insistió una de sus principales cartas políticas que agregó: “la negociación es por todo o por nada. No hay puntos si y puntos no”.
Sin embargo, en horas de hoy, la posibilidad de una unidad entre los diferentes espacios del kirchnerismo es casi una certeza. Así se lo escucharon decir a Kicillof en persona funcionarios de su extrema confianza a los que les dijo que pretendía cerrar un acuerdo “lo más amplio posible” y que la pelea, en caso de tener que darla, debería postergarse para el año próximo en adelante.
Uno de los doce apóstoles que está en el proyecto Movimiento Derecho al Futuro, de Kicillof, y que quiere enfrentarse de una vez con sus antiguos aliados camporistas, ya está mirando de mala cara a otros de la misma mesa que siempre piensan en la unidad. “Eso nos quita fuerza, nos debilita en la negociación y además hace que Axel no termina de decidirse. Es como si en el juego de la soga, donde unos deben tirar para un lado, un par de tu equipo piense que el contrario se puede golpear si se cae… ¡Es una locura!” exclamó. Quizás termine siendo uno de los damnificados con la concordia.
Este jueves, en tanto, en la legislatura bonaerense, La Libertad Avanza y el PRO estarán presentes en sus bancas para solicitar la suspensión de las PASO, en la primera presentación conjunta en la Cámara de Diputados. No tendrán el auxilio ni de los radicales, que están enojados porque negociaron una alianza sin consultarlos a ellos, ni los kicillofistas, que quedarían más que estigmatizados por sus aún socios kirchneristas y massistas.
En horas de la tarde del martes, un grupo de intendentes tuvieron que cambiar su agenda para ir hasta el Partido Justicialista de la calle Matheu. Herméticos, solo confirmaron la reunión, pero no el temario. Seguramente, la posibilidad de un acuerdo opositor en la Provincia de Buenos Aires aceleró los tiempos y aquello que podía esperar, ahora se transformó en urgente.
MDZ