Finalmente, este año no habrá PASO y los bonaerenses deberán ir a las urnas directamente para las elecciones provinciales del 7 de septiembre. Poco más de un mes después volverán a hacerlo para los comicios nacionales, fechados para el 26 de octubre.
Así será luego de que la Cámara de Diputados provincial haya aprobado ayer el proyecto enviado por Axel Kicillof para suspender las primarias, que ya contaba con media sanción del Senado y que, tras varias idas y vueltas, logró el consenso de los sectores que responden al gobernador y a la expresidenta y titular del PJ, Cristina Kircher.
La eliminación de las PASO por este año se alcanzó con una mayoría de más de dos tercios a la que aportaron todas las vertientes del peronismo; el radicalismo; el PRO y los libertarios. El respaldo no fue unánime. No acompañaron ni el Frente de Izquierda ni Lucía Klug, diputada de Unión por la Patria (UxP) aliada a Juan Grabois. También anunció su oposición el diputado oficialista Ricardo Lissalde, quien responde al Frente Renovador de Sergio Massa.
El debate en la Cámara Baja se retomó después del cuarto intermedio dispuesto el miércoles pasado a raíz de la muerte del Papa Francisco y en medio de la falta de acuerdos en el peronismo. Esa interna afloró ayer en la sesión en la que, si bien se avanzó con la suspensión de las PASO, se eludió votar la ampliación de los plazos para la presentación de listas y boletas que reclamaba Kicillof.
A los cambios en el calendario electoral se oponen La Cámpora y el massismo. De hecho, en la previa de la votación, la presidenta de la Suprema Corte y titular de la Junta Electoral, Hilda Kogan, recibió a las autoridades de los diferentes partidos para analizar el cronograma de las legislativas bonaerenses en un encuentro que tuvo el faltazo de los presidentes de los bloques de Unión por la Patria en el Senado, Teresa García, y en Diputados, Facundo Tignanelli. En cambio, asistieron referentes libertarios de la UCR, el PRO y hasta de la izquierda, entre otros partidos.
LA PUJA POR EL CRONOGRAMA
Ante los legisladores, Kogan advirtió que “los plazos reales exceden los previstos en la normativa provincial”, en referencia a la Ley Nº 5.109, que en su artículo 61 establece que “con una anticipación de por lo menos treinta días a la fecha del acto electoral, los partidos inscriptos” deberán presentar las listas “y con veinte días” las boletas.
La propuesta de Kicillof, que el kirchnerismo resiste, pedía ampliar los plazos a 80 días para las listas y a 50 para las boletas. Algo que encontró eco en la Junta Electoral, que propuso un camino intermedio, con una anticipación de 50 días para los candidatos y 30 días para las boletas.
“Como sabemos, estamos ante una circunstancia singular de cara a las próximas elecciones en la provincia de Buenos Aires. En esta instancia, la adecuada organización y resolución de aspectos operativos cumple un papel central en el proceso electoral”, remarcó ayer Kogan, a la par que insistió en resulta “materialmente imposible” organizar la elección del 7 de septiembre sin modificar los plazos vigentes.
Aprobada la suspensión de las PASO, la puja es ahora por los plazos electorales, un tema que volverá a ser eje de discusión hoy, cuando se reúna la comisión de Reforma Política de Diputados, de la que participarán representantes de la Justicia Electoral, funcionarios del Gobierno y legisladores.
“Es imprescindible contar con nuevos plazos acordes al calendario. Es insuficiente la decisión que hoy toma la Legislatura. Algunos como las hienas sonríen y se revuelcan en el barro. La Junta Electoral está diciendo que para poder analizar a cada candidato requiere otros plazos, distintos a los que van a quedar vigentes ahora”, advirtió durante el debate parlamentario el diputado Gustavo Pulti, un aliado del Gobernador.
Desde la oposición, fueron varios los legisladores que le apuntaron al oficialismo por haber supeditado la eliminación de las primarias y el cronograma electoral a su propia interna, esa que volvió a quedar en evidencia en la sesión de ayer.