Inmersa es un cortometraje documental fueguino que pone el foco en el vínculo entre el ser humano y el entorno natural, a través de la historia de Ailén Lascano Micaz, nadadora de aguas abiertas que entrena en las frías aguas de Ushuaia. El film fue seleccionado para participar en la competencia oficial del festival Santiago Wild, en la categoría “Planeta en crisis”.
.jpg)
Realizada por Camila Pignocchi, Dana Jazmín García y Joaquín Tucci, la película combina testimonios personales con imágenes impactantes de Ailén nadando en lugares emblemáticos de Tierra del Fuego, como el Canal Beagle y la Laguna Esmeralda semi-congelada. La narrativa apuesta a una conexión emocional con el entorno, pero también advierte sobre su creciente fragilidad.
“Conocimos a Ailén en una charla del ciclo Mujeres del Océano liderado por Martina Álvarez y enseguida sentimos que su historia condensaba muchas de las preguntas que queríamos explorar: ¿qué implica sumergirse? ¿qué nos conecta con la naturaleza? ¿qué perdemos cuando esa naturaleza se transforma o desaparece? Desde el inicio nos conmovió la conexión tan íntima que Ailén tiene con el agua. Su forma de habitar el paisaje nadando en aguas heladas, nos hablaba de algo profundo: una relación de entrega, de escucha y de pertenencia con el entorno”, explicó la documentalista Camila Pignocchi.
La tensión entre belleza y amenaza estuvo presente desde el rodaje. “Los paisajes del sur argentino son inmensos, conmovedores, casi hipnóticos. Pero detrás de esa belleza también hay una fragilidad creciente. Decidimos no esconder esa contradicción, sino habitarla. Mostrar el frío, la inmensidad, el silencio… pero también el cambio. El calentamiento del océano es una amenaza invisible, que no siempre da señales claras. Por eso trabajamos con una narrativa que invita a sentir antes que a explicar, a conectar emocionalmente con el entorno, para después preguntarnos qué está en riesgo”.
El mensaje ambiental del documental es contundente: según estudios de la UNESCO, el océano se está calentando al doble del ritmo de hace 20 años. Esto provoca efectos sin precedentes, como el deshielo de los polos, el aumento del nivel del mar, olas de calor marinas y la acidificación del océano. Frente a esta crisis, Inmersa propone la creación de nuevas áreas marinas protegidas como una herramienta concreta de conservación.
“Ojalá Inmersa deje una sensación de asombro y de urgencia. Que invite a mirar el océano con otros ojos. Que nos conecte con la necesidad de frenar, de observar y de cuidar. En un momento donde el cambio climático muchas veces se vuelve un número más, creemos que contar historias sensibles, cercanas, puede ser una forma poderosa de generar conciencia y también, de esperanza”, sostuvo la realizadora.
Fuente_elrompehielos