En el escenario político actual, resulta cada vez más evidente la desconexión con la realidad y la falta de rumbo tanto en lo político como en la gestión, en la última semana el oficialismo ha demostrado una clara falta de conducción política dejando al descubierto graves falencias que denotan una gran debilidad política local.
En la gestión, su última estrategia, consiste en trasladar responsabilidades propias de su gestión al ámbito provincial, revela no solo una profunda falencia política, sino también una preocupante falta de compromiso con la ciudadanía que lo eligió.
Es insólito que un intendente, cuya función principal es atender y resolver los problemas locales, pretenda que cuestiones tan fundamentales como la situación de los empleados de salud sean resueltas por la provincia. Parece creer que con una simple nota o un pedido formal basta para que la gestión se efectivice, desconociendo por completo los procesos administrativos y políticos que conlleva la gestión pública.
Más aún, resulta alarmante que Marino no solo evada sus responsabilidades, sino que también culpe directamente a su propio gobernador por problemas tan sensibles como la seguridad. Este desplazamiento de culpas no solo denota una falta de liderazgo, sino también una incapacidad para entender la compleja dinámica política que atraviesa nuestro país, donde los ámbitos nacional, provincial y local están interrelacionados políticamente.
En este contexto, no sorprende que el intendente se encuentre aislado en su gestión, acompañado únicamente por un reducido grupo de ex militantes de La Cámpora y ex kirchneristas, que no aportan soluciones concretas, sino que parecen más bien figuras decorativas o “ñoquis” dentro del sistema.
Esta falta de acompañamiento, sentido común y un evidente desconocimiento del territorio lo lleva a tomar decisiones sin fundamentos como la obra de la calle Irigoyen de Carmen de Patagones donde adelanto fondos de la municipalidad y está esperando ingresos de provincia, pero lo peor es que aún hoy ya llegando a junio el intendente no ha presentado el proyecto para que se debata la fiscal impositiva, donde cada día que pasa se deteriora más la gestión y perdemos todos , pierde Patagones
Esta situación plantea una reflexión urgente sobre la necesidad de contar con dirigentes que realmente comprendan la política en todas sus dimensiones y que asuman con responsabilidad los desafíos que implica gobernar.
La ciudadanía merece un intendente que no deambulé sin rumbo como si se moviera en la neblina de las contradicciones, sino que actúe con claridad, compromiso y eficacia.
En definitiva, la gestión actual es un claro ejemplo de lo que sucede cuando la política se convierte en un juego de excusas y culpas, y no en un espacio para la construcción de soluciones reales y duraderas para la comunidad. Es tiempo de exigir más y mejor liderazgo.