La Mesa de Enlace, que integran la Sociedad Rural Argentina (SRA), CONINAGRO Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) y la Federación Agraria, fulminó este lunes al Gobierno nacional, a cargo de Javier Milei, por volver a subir las retenciones a las exportaciones en la soja y el maíz a partir del 1° de julio.
Es que, tal como habían adelantado desde la administración nacional, a través del decreto de necesidad y urgencia (DNU) n° 438/2025, el ministro de Economía, Luis Caputo, dispuso que desde el 1° de julio vuelvan a subir las retenciones para las exportaciones de soja, maíz, sorgo y girasol.
En concreto, la alícuota para la soja pasará del 26% al 33%, mientras que para el maíz y el sorgo subirá del 9,5% al 12%. También se ajustará el tributo sobre el girasol, que volverá al 7%. En contrapartida, el Gobierno decidió prorrogar hasta marzo de 2026 la baja de retenciones para el trigo y la cebada, que conservarán la alícuota reducida del 9,5%.
En ese contexto, este lunes, la Comisión de Enlace de Entidades Agropecuarias (CEEA), que agrupa a las cuatro principales organizaciones rurales del país, volvió a reclamar a la administración mileísta que avance hacia la eliminación total de las retenciones, una de las promesas de campaña de La Libertad Avanza (LLA).
“Venimos reclamando, desde hace meses, medidas urgentes y definitivas que atiendan los graves problemas de competitividad que arrastra el sector. Lo hemos hecho en cada encuentro y lo seguiremos haciendo con responsabilidad y firmeza”, exigieron desde la Mesa de Enlace.
En esa línea, desde las entidades agrarias aclararon que, el principal cuestionamiento es la vigencia de los derechos de exportación, más allá de las alícuotas. “Son impuestos distorsivos, anacrónicos y perjudiciales que generaron un inevitable retraso social, tecnológico y productivo, a pesar de los esfuerzos aislados de los productores”, remarcaron.
“No hay más margen para medidas discrecionales de corto alcance, que solo profundizan la incertidumbre y la desazón. El campo argentino necesita reglas claras, previsibilidad y una Argentina sin retenciones“, concluyeron desde la Mesa de Enlace.
En la misma sintonía, el presidente de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP), Ignacio Kovarsky, expresó varios cuestionamientos contra el Gobierno por la falta de cumplimiento en la quita de retenciones. “Son y serán un robo con cualquier gobierno”, expresó el ruralista en declaraciones radiales.
“El Presidente dijo que al asumir las iba a sacar. No sólo no lo hizo, sino que después las bajó parcialmente y ahora posterga esa baja. Ya salió un decreto que dice que hasta marzo de 2026 no se bajan para el trigo y la cebada”, afirmó el dirigente de CARBAP.
Acto seguido, Kovarsky cerró: “Pareciera que siempre hay que esperar un par de años. Y mientras tanto, el productor sigue sin margen. Tenemos paciencia, pero el bolsillo ya no aguanta más”.
Retenciones, bajo la lupa: CONINAGRO llevó al Congreso su propuesta para eliminarlas
Por otro lado, las entidades agropecuarias también se hicieron oír en el Congreso. La semana pasada, la Confederación Intercooperativa Agropecuaria Limitada (CONINAGRO) participó de una reunión de la Comisión de Agricultura en la que presentó un informe técnico y económico, a través de Patricia Luke, vocera de la entidad, quien encabezó la exposición.
La representante agraria remarcó que ocho de cada diez dólares netos que ingresan al país, provienen del agro. “Lejos de castigarlo con más impuestos, el Estado debería potenciar su productividad y competitividad. La eliminación de las retenciones no es solo una decisión económica acertada, es una apuesta directa al crecimiento, al empleo y al desarrollo territorial”, demandó Luke.
Según el documento, las retenciones “reducen el precio que reciben los productores, desalientan la inversión y atentan contra la competitividad internacional”, y advierte también que Argentina es de los pocos países que mantiene este tipo de gravámenes al igual que Rusia, que aplica las retenciones con fines geopolíticos.
La representante de CONINAGRO, Patricia Luke, remarcó que ocho de cada diez dólares netos que ingresan al país, provienen del agro.
En este marco, Luke explicó que, en el caso del trigo, una eliminación de las retenciones permitiría aumentar en un 10% la superficie sembrada, lo que llevaría la producción a 20,4 millones de toneladas, al tiempo que representaría un aumento de 522 millones de dólares en el valor bruto y un crecimiento del 20% en exportaciones.
La entidad agropecuaria calculó que el impacto fiscal directo de eliminar las retenciones sería de 244 millones de dólares, pero que, con el crecimiento de la actividad económica, la cifra final se reduciría a 63 millones. “Es una inversión con retorno asegurado”, afirmaron.
Por último, la propuesta de CONINAGRO plantea una eliminación escalonada, comenzando por cultivos como el trigo y la cebada, con bajo costo fiscal. Asimismo, exige una política comercial previsible, sin restricciones a las exportaciones, y un tipo de cambio unificado. “En pocos años podríamos incrementar la producción más de un 50% y sumar 20.000 millones de dólares adicionales en exportaciones”, concluyeron.