Su ubicación única (de este a oeste) la convierte en la única playa del país donde el sol nace y se pone en el mar, un espectáculo natural que regala postales inolvidables y permite al visitante permanecer más tiempo en la playa, sin conos de sombra.
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Otro rasgo distintivo es la temperatura de sus aguas, hasta 5 °C más cálidas que las de otros balnearios de la costa atlántica, lo que garantiza baños de mar agradables durante toda la temporada.
Pero Monte Hermoso no solo se disfruta por su mar:
Pesca deportiva: sus aguas son ideales para la pesca desde la orilla o embarcado, con especies como corvina, pejerrey, lenguado y chuchos.
Flora y fauna: en la costa y en los médanos cercanos habitan aves características como gaviotas, ostreros y teros, además de especies migratorias que convierten la zona en un paraíso para la observación de aves.
Vegetación de médanos: la flora costera, con especies como cola de zorro, senecio y olivillo, cumple un rol clave en la fijación de la arena y en la conservación de este frágil ecosistema.
Dunas y Médanos Blancos: hacia el este y oeste de la ciudad se extienden grandes cadenas de dunas, un paisaje singular que combina sectores desérticos con otros de vegetación agreste, ideales para caminatas, fotografía y deportes como el sandboard.
Cuidemos entre todos este recurso natural: al visitar la playa y sus alrededores, es fundamental no dejar residuos, respetar la flora y la fauna, y hacer un uso responsable del entorno. De este modo, garantizamos que las futuras generaciones también puedan disfrutar de este patrimonio único.
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Por su extensión, la calidez de sus aguas, la seguridad de su costa y la riqueza natural que la rodea, Monte Hermoso se consolida como el destino perfecto para disfrutar del mar, la naturaleza y el descanso en familia, con responsabilidad y respeto por el medio ambiente.
