Este martes, el INDEC informó que en noviembre de 2025 la cantidad de turistas extranjeros que visitaron el país cayó un 2,7% en términos interanuales. No es la única estadística preocupante: en simultáneo, la cantidad de turistas locales que viajaron al exterior subió un 15,3%. Así que, mientras los números amargos se acumulan, el Gobierno de Javier Milei tomó una decisión insólita: dejar de medir los datos. Muerto el perro, se acabó la rabia.
El turismo da en rojo desde hace mucho tiempo. Durante la Era Milei nunca hubo un balance positivo: desde diciembre de 2023 que el turismo internacional arroja números negativos. Como consecuencia de ello, el sector acumula 22 meses seguidos de números preocupantes, con la cantidad de argentinos que viaja al exterior consistentemente superando la cantidad de no residentes que ingresan al país, según señaló El Destape en un informe reciente.
En ese marco, el Gobierno Nacional, y más precisamente la Secretaría de Turismo, adoptó una medida inesperada. A partir del 1 de enero de 2026 el INDEC dejará de publicar el balance entre ingresos y egresos de dólares por turismo. La “solución”, craneada por el funcionario libertario Daniel Scioli, permitirá ocultar cómo sigue la racha que este año provocó un déficit cercano a los 10.000 dólares debido a los gastos de los argentinos en el exterior.
El problema podrá quedar escondido bajo la alfombra, pero en la práctica todos los actores afectados continuarán sufriendo sus consecuencias. Es el caso de las tantas ciudades argentinas que viven del turismo –la Provincia de Buenos Aires ya anticipó un escenario desalentador para este verano–, lastimadas por un contexto donde reina el turismo emisivo y los gastos de dólares en el exterior configuran una de las principales fuentes de salida de divisas del sector de servicios a nivel macro.
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