Editorial
Podemos estar de acuerdo con uno u otro candidato, podemos aceptar algunas posturas o no, pero lo que los argentinos de bien no podemos aceptar es que un candidato a conducir los destinos de nuestra Patria idolatre al ser más nefasto y que tanto daño le causó a nuestra soberanía como fue la ex Primer Ministra del Reino Unido Margaret Thatcher.
Que alguien le expliqué a los jóvenes que pasó con el hundimiento del Ara General Belgrano que se produjo el 2de Mayo de 1982 a las 17 horas, fuera de la zona establecida durante la guerra de Malvinas, dos torpedos MK 813 lanzados por Conqueror, impactaron en la popa y el buque fue sumergiéndose sin remedio, a causa de ese ataque ilegal perdieron la vida 323 tripulantes.
"La orden de torpedear el crucero Argentino fuera de la zona de guerra fue emitida por la propia Margaret Thatcher."

La responsabilidad de la dictadura militar.
Bajo un gobierno de facto, Leopoldo Fortunato Galtieri, “El general majestuoso”. Que pretendía salvar su “gobierno” con una guerra y así transformase en un héroe nacional, había terminado sus días en el poder como el sangriento sepulturero de la dictadura, de más está aclarar que la compañera de fórmula también idolatra a estos personajes nefastos de la historieta Argentina.
El duro recuerdo y la triste despedida, corría el año 82 y al entrar en conflicto bélico comentaban a partir trenes llenos de jóvenes casi niños para la época, para tomar dimensión chicos que recién terminaban el quinto año del secundario y el viaje de fin de curso termino en una pesadilla de la que muchos no volvieron y los que sí pudieron regresar siguieron viviendo la pesadilla de la guerra.
La salida de esos trenes era despedida por familiares, amigos y la sociedad en su conjunto, lágrimas y tristeza, madres, padres y hermanos de quienes tenía que ir a defender nuestra patria se abrazaban en una desgarradora desazón, de golpe sus hijos debían enfrentarse a lo que jamás habían imaginado.
La gente se agolpaba contra los vagones para acercarles chocolates, cigarrillos, cartas de aliento y un abrazo fraterno a todos nuestros compatriotas.
Todo este dolor, bronca, angustia y desconcierto es lo que vivió la sociedad Argentina culpa de la tiranía.
Escuchar a un candidato no solo idolatrar a Thatcher sino redoblar la apuesta minimizando el hundimiento del Ara General Belgrano con un partido de fútbol no tiene lógica, ni se puede justificar semejante desprecio por quienes dieron la vida por nuestra patria.
Cuéntele a sus hijos y nietos que allá por 1986 en el Mundial de México en un partido de fútbol un tal Diego Maradona le hizo dos goles a los ingleses uno de ellos con la mano, que eso si se puede contar, porque esos goles no salvan tanta daño ocasionado, pero nos hicieron desatar ese nudo en la garganta que nos había quedado luego de la guerra, ese día humildemente el fútbol homenajeó, a quienes sin saber a dónde iban, fueron a defender nuestra soberanía sobre las Islas.

Los enemigos no son ídolos, los asesinos tampoco y los tiranos menos aún.
Las Malvinas son Argentinas. Ayer, hoy y siempre.
Todo nuestro respeto a nuestros héroes. Perdón por tan poco.