Bahía San Blas se convirtió en una opción que supera la actividad turística solo en temporada de verano, hoy en día este paraíso del atlántico recibe durante todo el año a turistas de todos los puntos del País.
La playa noreste se puede dividir en dos partes perfectamente diferenciadas: desde La Rebeca hacia el este, donde predomina el suave declive; y desde La Rebeca hasta la entrada de la Ría del Jabalí, con una extensión de 6000 a 7000 metros, donde la costa es de canto rodado con una pendiente muy pronunciada.

En tanto, la zona que va desde el oeste al sureste está delimitada por la Ría del Jabalí que completa el cinturón de la isla y la separa del continente. Este pedazo de paisaje tiene costas de canto rodado y en su mayoría tierras barrosas habitadas por cangrejos.
CAPILLA DE LOS FRANCISCANOS.
La Capilla de los Franciscanos fue construida por el padre Esteban Gregov tras su promesa hecha a la Virgen María mientras naufragaba por el Mar Adriático, al haber huido del comunismo para seguir el camino del sacerdocio. Se encuentra ubicada a pocos kilómetros del casco urbano y puede ser visitada todos los días. Es una buena opción para pasar la tarde, también podrá conocer el monumento a los ahogados ubicado en este mismo lugar.

FAMILIA WASSERMANN.
Los Wassermann fueron Parte fundamental para el desarrollo económico de la isla de San Blas. Protagonizaron una época de opulencia y fueron dueños de una incalculable fortuna.
La familia Wasserman llegó a estas tierras del Partido de Patagones en el año 1926 y les dio un impresionante vuelco a la Isla Jabalí.
John Bruno Wassermann era un judío alemán nacido en Hamburgo y se convirtió al catolicismo con el objetivo de ser admitido en el Jockey Club y escalar los insobornables peldaños de la alta sociedad.
Estaba casado con Berta Bromberg y sus hijos eran Erwin, Kurt y Mario. Berta solía enseñar catecismo en la Isla, según cuentan algunas referencias.
John obtuvo una incalculable fortuna mediante el negocio de la importación de papel, hábiles negocios, oportunas sociedades y estratégicos contactos políticos en las más altas esferas.
Wassermann monopolizaba la importación del papel y esto junto a otros negocios a la hora de saldar cuentas hicieron que en 1926 se adueñara de la Isla San Blas.
John Wassermann llevó ovejas, vacas y caballos, construyó la iglesia y en 1932 hizo el puente que une la isla con el continente. Además, trazó todas las calles, fraccionó y alambró la isla. Inclusive, tenía la autorización del Gobierno para construir un puerto de ultramar, proyecto que luego se diluyó. (Hoy el espacio que utilizan las lanchas de que brindan excursiones de pesca lleva el nombre de “Puerto Wassermann”
Un lugar alejado de la realidad, privilegiado por el silencio y dispuesto para el deleite renovador del descanso.

UN REPASO BREVE DE LA HISTORIA DE SAN BLAS.
Luego de varios desembarcos de exploración en la costa, la Real Armada Española bautizó Isla del Jabalí a estas tierras por la gran cantidad de cerdos salvajes (similares a los de la vieja Europa) que las habitaban.
De una inhospitalidad inusual, estas tierras fueron siempre poco pobladas, ya que no presentaban riquezas como tampoco fuentes de trabajo para quienes las habitaran. La presencia de pescadores artesanales fue siempre una de las postales clásicas de Bahía San Blas.
La conciencia ecologista logró que la zona fuera declarada Reserva Natural Bahía San Blas: el área protegida se extiende desde la desembocadura del río Colorado Viejo, por el norte, hasta el faro Segunda Barranca, por el sur.
Bahía San Blas es un gran humedal que presenta una buena diversidad de ambientes acuáticos ideales para disfrutar en familia. Zonas fangosas, playas de arena de cantos rodados, bancos de arena suave, altas dunas y un interminable número de islas, entre las que se destacan la Gama, Flamenco, De los Césares, De los Riachos, del Sud y Jabalí.
Esta última es la única que está unida al continente por un puente carretero y en ella se encuentra la localidad de Bahía San Blas.
La ley 10.097, sancionada en el año 1987, la declaró reserva y en el 2001, mediante la ley provincial 12.788, se la nombró "reserva de usos múltiples", en aplicación de la nueva normativa.
Este repaso por la historia de Bahía San Blas, invita a conocerla. Lugar exquisito para la familia, en ella podrán disfrutar de excelentes playas con opciones para todos los gustos, playa de canto rodado, playa de arena y en la ría. Digna de visitarla con un ecosistema que se caracteriza por estar completamente rodeados de naturaleza.
PESCA.
De costa o embarcado siempre El Paraíso del Pescador da sorpresas en cada época. Especies que se pueden obtener. La temporada de pesca, es decir el periodo de pesca más firme en cantidad, variedad y calidad, comienza los primeros días de octubre con pescadillas, gatunos, pez elefante, pez palo, palometa, cazón, pejerrey y lenguados y en Noviembre la vedette de la Bahía la Corvina Rubia. En Mayo/Junio comienza la pesca del muy codiciado Pejerrey Panzón.

La calidad y variedad de servicios que la isla ofrece al visitante garantizan su comodidad. Cantidad de hoteles, cabañas, departamentos, casas de alquiler, campings, así como confiterías, restaurantes y otros lugares de esparcimiento suman calidad receptiva a Bahía San Blas.